Hombre inquieto.

"... Y yo hoy ando desde las cinco de la mañana acá, me vine a prender el horno para asar el lechón ese y bueno, ahora dejo eso y empiezo a hacer algo con la carpinteria hasta las once. Después ya me voy , me lavo, como y me acuesto a dormir la siesta . Después me levanto a las dos y media, tres y vengo otra vez acá. Le doy agua a los animales y si no hace mucha calor hago algo de carpintero... La quinta y las abejas las trabajo a la mañana... a la tarde duermo la siesta y más tarde hago algo, si hace mucho calor no hago nada ... Antes cuando era más joven andaba a todo hora, viste, pero ahora ya..."
Palabras de Humberto Cuvellier.

Apicultor, carpintero, quintero... Hombre inquieto de la localidad de Valdés con quien nos encontramos y como quien no quiere la cosa nos empezó a contar lo que hace.
Desde cocinar un lechón en un horno de barro que él mismo construyó, sembrar plantas de guinea para hacerse sus propias escobas, hasta haber armado todos los cajones para su labor de apicultor.

Entonces, Humberto Cuvellier, un hombre inquieto.




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